martes, 6 de mayo de 2008

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Historia


El charango se fabrica de madera dura o semidura y estable a los cambios climáticos. En general los luthieres utilizan las maderas que tienen a mano. En Argentina utilizan el algarrobo, la jacarandá, el cedro, el palosanto, .... En bolivia el naranjillo, la jacarandá..... Yo en España (Asturias) utilizo las que tengo a mano que se adaptan a las características de dureza y estabilidad. He construído charangos excavados de Abedul, Arce, Castaño, Cerezo, Fresno, Roble (este procedía de un tronco de un viejo hórreo de más de 100 años de antigüedad, y aunque un poco pesado por ser una madera muy densa, de momento es mi mejor charango en cuanto a su sonoridad). El Nogal también es una madera excelente porque se talla muy bien. Todos llevan por supuesto pino abeto de tapa armónica, que es la parte más importante de un instrumento de cuerdas. La madera para el diapasón de un charango de cierta calidad es el ébano, la jacarandá y el palo santo de india. Ver el enlace sobre maderas

No todos los charangos se hacen excavados, ya que en Perú en los departamentos de Cusco, Puno y Ayacucho utilizan el método del molde, como el sistema empleado para hacer una guitarra, en realidad este charango es como una guitarra en miniatura, con finas láminas de maderas, jacarandá y otras excelentes maderas. El tiro de un charango de este tipo ronda los 370-380 mm y el de una guitarra 650 mm. Don Justo Baca Sotomayor de Cusco (Perú) utiliza también preciosas maderas nativas de la Selva de Maldonado llamadas chachacoma, caoba, ciprés con las que consigue construir unos estupendos charangos, guitarras y mandolinas.

Bolivia y Perú se han venido atribuyendo desde hace muchos años, la invención del charango, sin embargo, parece no estar claro su origen. A continuación, un enlace de un estudio hecho por el extraordinario músico, charanguista, luthier..... Federico Tarazona donde trata el polémico tema del origen del charango, asunto que ha originado tantas divergencias.


Proyecto constructivo.

Consistirá en construir un charango de concierto un poco atípico. Los charangos normales tienen un tiro que oscila entre 37-38 cms. pero este charango que voy a construir tendrá un tiro de 41 cm. e irá afinado en Fa#.

La forma de este charango la copié de un charango de un amigo mío Moisés Arnaiz, extraordinario guitarrista y charanguista Asturiano que fue construído por nuestro común amigo, el luthier francés Christian Deloraine. Puedo afirmar que es el charango que más me ha impresionado por su sonido.

Lo que cambiará respecto al original es la caja armónica que será de madera de castaño, el diseño de la boca, el varetaje interno y el diseño de la pala del charango y una manera diferente de enfocar la construcción del mástil.

El diapasón y la pala serán de ébano con una incrustación de nácar en esta última, representando un escarabajo (antiguo dios Geper de los antiguos y excepcionales Egipcios).

Quiero agradecer a mi amiga y compañera de trabajo Angela Arana Moncada, magnífica pintora y diseñadora en sus tiempos libres, su colaboración en el diseño de los "quirquinchos" del golpeador y del escarabajo pelotero de la pala.







Planos y plantillas

Pinchar en las imágenes para verlas en tamaño grande.






Plano del varetaje interior.















Si desea bajar las imágenes a su pc. Pinche con el botón derecho del ratón sobre la misma y elija "Guardar imagen". Asígnele un nombre y posteriormente podrá imprimirlas. Están todas en formato de fotografía (jgp).




La tapa armónica


La tapa armónica estará formada por dos tipos de madera: la parte superior construída de madera dura y la inferior de Pino Abeto Alemán.


La Tapa armónica de Pino Abeto Alemán, puede ser también de Abeto Engelmann (América del Norte), Picea de Sitka o Cedro Canadiense. Se traza con la plantilla la forma y se comienza a cepillar para dejarlo aproximadamente a 2 mm. Cuando se llega a estos límites se continuará con lijas para dejarla reducida a unos 1,5 - 1,7 mm (esta acción se hará en la etapa final cuando la tapa esté ya pegada a la caja y con los perfiles ya encolados). Estas medidas son aproximadas ya que cada tipo de madera precisa un determinado grosor. La experiencia del luthier desempeña en este punto un aspecto importante teniendo que evaluar la flexibilidad de la madera, su dureza, su sonoridad, etc.


El pino abeto se cepilla muy bien a favor de la veta al ser una madera blanda. Hay que resaltar que para un buen cepillado la cuchilla del cepillo debe estar perfectamente afilada.

Aquí tenemos las dos chapelas; la de arriba de ébano que la utilizaremos en la pala del charango y la de abajo de caviuna nos servirá para el golpeador. (Estas dos chapas se venden en las casas especializadas suministradoras de madera para las palas de las guitarras).



La madera utilizada para el golpeador es de una chapa de Caviuna (Dalbergia Nigra). Al ser una madera dura se cepilla mejor en diagonal. Habrá que dejarla a unos 2 mm. de grosor. En el acabado final quedaría con el mismo grosor que el pino.

La unión entre el golpeador y el pino se hará como sigue: 1) Con cola rebajada se encola el pino sobre el golpeador. El solapamiento de las dos tablillas será de 12-15 mm. 2)Después de 2-3 horas, se hace en una cartulina una plantilla con el dibujo de la unión y se traza con lápiz la línea de corte. 3). Con una sierra de marquetería de las más finas, se realiza el corte con mucho cuidado como se ve en la foto. 4) Con una plancha vieja caliento la madera a eliminar, de modo que la cola se ablande y con una espátula pequeña o un formón quito los restos.



A continuación procede hacer la boca o bocas del charango. Esto va en el gusto del luthier. Puede hacerse una boca central u otra opción como la que yo adopté consistente en dos figuras de Quirquincho o Mulita (Armadillo). Suelo utilizar este motivo porque este animal, ha contribuído mucho en el desarrollo de este instrumento. Afortunadamente hoy en día, está protegida esta especie. Pego dos trozos de contrachapado de 0,6 mm. de grosor en el lugar donde irán las bocas con el fin de reforzar esta zona muy delicada y frágil. Estas chapelas van pegadas obviamente en la zona inferior del golpeador, la que no se va a ver.

He pegado las plantillas de la boca en su lugar correspondiente y se procede con la sierra de marquetería a eliminar la zona que aparece en la imagen de color blanco.


Trabajar en el golpeador como se muestra en la foto.

Este es el momento de la unión entre el golpeador y el pino configurando la tapa armónica. Como se observa en la foto después de poner un papel debajo para que no se pegue al tablero, hago la unión con cola y presiono con 4 cuñitas en los extremos para que la unión sea firme. Lo dejo 12 horas secar en una zona seca y con una humedad de aproximada entre 50-60 %.


Después de verificar el perfecto encolado, procedo a un lijado de la tapa dejándola en unos 2 mm. de grosor. El paso siguiente consiste en encolar las varetas de abanico según el plano. Para ello preparo en madera sobrante de pino abeto 7 listoncillos de 2 mm x 4 mm. (La veta de estas varetas deberán ser perpendiculares a la tapa) y en mi jaula de encolados como se ve en la imagen voy pegando las varetas (antes he dibujado a lápiz su ubicación). En el momento de pegar, quito los restos de cola. Yo utizo una pequeña brocha humedicida en agua; con un trapo voy secando la brocha para que no aporte demasiada agua; cuando no quedan restos de cola con una pistola de aire o un secador de pelo, aplico aire caliente para eliminar la humedad aportada con la brocha.




A medida que voy pegando las varetas o cuando están todas pegadas, con un formón muy bien afilado, trabajo cada una de las baretas rebajando los extremos y dejándolas perfiladas como se aprecia en el dibujo.






Este es el resultado de la tapa terminada por su cara superior; deberá tener un ligero abombamiento en la zona del puente que es lo que se pretende al utilizar la solera de la tapa. Es conveniente dejar la tapa prensada en el molde hasta tanto se pegue a la caja armónica; si no se hace así, la madera tiende a recuperar su estado primitivo. Con este abombamiento, copiado de los constructores de guitarras clásicas, se pretende conseguir un mejor sonido, y contrarrestar la fuerza del puente hacia abajo por causa de la tensión de las cuerdas.


En su parte interna la tapa lleva una barra armónica (10 mm x 15 mm) en la unión entre la tapa y el golpeador, con el fin de reforzar dicha unión y el resto de la tapa. Este listoncillo puede ser de cedro, caoba o incluso pino. Y llevará la curvatura que tiene en esa zona la solera de la tapa. (Ver plantillas de la solera)


Aspecto que va adquiriendo el futuro charango.


La caja armónica



Partiendo de un tronco cortado a la mitad, trazamos con nuestra plantilla la forma del futuro charango.


Herramientas utilizadas en la excavación. Gubias rectas de media caña y de cuchara.



Para empezar después de trazar con la media plantilla la forma del charango, taladramos con una broca de 16-18 mm a 1 cm. del contorno señalado una serie de orificios. Los taladros se harán inclinados y no verticales salvo en el centro. La profundidad aproximada 7-8 cms.

Una vez hecha de forma aproximada la excavación, se corta en ángulo de 14º la cabeza o pala del charango. En mi caso trabajo con madera verde con mucho contenido en agua. En lugares con calor o en verano la madera seca demasiado rápido y puede agrietarse. Un método aprendido de un madreñero asturiano consiste en sumergir el madera dentro de la viruta que se ha ido extrayendo para que seque lentamente. Lo ideal sería trabajar con maderas secas y estabilizadas.

La madera al secar tiende a contraerse y a perder su base plana. Al cabo de un año que puede llevar el secado (mejor 2 años), se cepillla en una cepilladora profesional para que tanto la caja como el mango queden totalmente planos.

Aspecto que va tomando la forma del charango. Con las plantillas del interior se verifica la curvatura interna para intentar que un lado sea simétrico del otro.

Herramientas utilizadas en el trabajo externo.


Una vez hecha la excavación, se procede a trabajar el exterior, intentanto dar la forma de un kirkincho o mulita (Armadillo). Las herramientas utilizadas son la gubia grande de media caña para desbastar de forma burda y luego proseguir con la escofina y el bastrén.



Trabajando con el bastrén.

Al cabo de unos meses ya podemos ir trabajando la pala, haciendo los taladros para la instalación futura del clavijero. A estas alturas ya no hay riezgo de rajaduras y podemos colgarlo con una cuerda como un jamón para que siga secando lentamente. El lugar deberá estar ventilado, pero que no le de el sol.

En una pequeña pesa de cocina que sea capaz de indicarnos su peso en gramos, vamos pesando cada semana, debiendo ir el charango disminuyendo en humedad y por consiguiente en peso. El momento en que después de varias tomas del peso no cambie, damos por concluído que la caja no va a secar más y procedemos al montaje del instrumento con el pegado de la tapa, etc. Este consejo me lo ha dado mi buen amigo Markus Schmid de Suiza, estudioso del charango en todas sus facetas. Markus quedó prendado del sonido del charango mientras deambulaba por esas cordilleras andinas buscando y retando las alturas, su primera pasión. Es posible que ahora su primera pasión sea el charango y la escalada la segunda.


Yo he copiado de uno de los charango del constructor Boliviano Gamboa de hacer un par de canales para comunicar la caja con el mástil. Una vez montado más adelante el diapasón, hago un par de agujeros a la altura del traste 12 en el mástil (uno por cada lado).

Los canales están hecho con un formón de 6 mm. de ancho.

Utilizo un pequeño serrucho de costilla para hacer los cortes con mayor exactitud.

Con el fin de pulir el interior del charango cuando esté seco, estas fresas esféricas hechas de madera torneada y lijas de distinto grosor, me las recomendó el excelente luthier peruano Julio Jihuallanca. No existen en el mercados útiles para esta labor, asi que tenemos que construirlas.

Este es otro útil indispensable que hay que fabricar para poder medir el grosor de las paredes del charango que deberán ser de 5 a 8 mm. de grosor. Cuanto más finas las paredes más ligero y mejor sonido.



Aspecto que va tomando el charango. Ya ha perdido bastante su humedad a pesar que se taló en el menguante de enero de 2008. Hace ahora un año.



Montaje de la tapa y la caja



Ya tenemos casi todas las piezas hechas. La caja, la tapa armónica, el diapasón y la pala. Esta es la imagen todavía sin encolar de las partes a unir.



Antes de realizar el encolado de la tapa, he dado tres manos de goma laca con una brocha al interior de la caja. Después de cada mano, lo dejo secar y lo lijo con una lija muy fina. Luego pego la etiqueta. También he hecho los encastres para que encaje la barra armónica de la tapa.


Antes de dar cola, compruebo que tanto la tapa como la caja ajustan perfectamente, procedo a encolar las dos partes y con una cinta de cámara de coche, fijo la tapa a la caja y la dejo secar durante 24 horas.


Pasado ese tiempo, desmonto la goma y con un formón y lijas elimino los sobrantes de madera de la tapa.



El paso siguiente es hacer el rebaje para los junquillos. El ancho del corte tiene unos 4 mm. y la profundidad unos 2 mm. (el ancho de la tapa).


Las dos herramientas utilizadas son un miniformón y un gramil para violines, pero que también sirve para este menester utilizando solo una cuchilla.



He preparado estos dos junquillos. El de taracea con maderas de colores va por el interior y el otro de madera de caviuna va como remate externo.


Los junqujillos los monto de la siguiente manera: el de taracea lo ajusto primero sin pegar uniéndolo con unas tiras de cinta de carrocero. De igual modo se ajusta el junquillo externo. Una vez comprobado que las uniones son correctas, procedo a su encolado siguiendo el mismo orden y utilizando la cinta de carrocero. Finalmente para dar mayor firmeza sobre todo en las curvas, utilizo la goma elástica ya utilizada para pegar la tapa. Lo dejo secar unas 8 horas.


Vista del acabado de los junquiillos. En este punto viene el acabado de la tapa, utilizando lijas de un grosor descendente. El grosor de la tapa deberá quedar aproximadamente a unos 1,5 - 1,7 mm dependiendo del tipo de madera. Si fuera cedro canadiense debería quedar entre 1,8 y 2 mm.